Es la inflamación dolorosa de los sesamoideos o de todo el aparato glenosesamoideo. Puede afectar a uno o ambos sesamoideos.
Se produce por microtraumatismos continuados, un primer metatarsiano verticalizado, pies cavos, calzado inadecuado, práctica deportiva en terreno inadecuado (muy duro), e incluso por fractura de sesamoideos (realizar diagnóstico diferencial con bipartitos o tripartitos).
Se trata de una lesión frecuente cuando se juega en terrenos duros y secos, puede incapacitar el finalizar un partido.
El tratamiento recomendado pasará por dar reposo a la zona mediante la confección de un soporte plantar, administración de antiinflamatorios (AINE), y terapia física principalmente con magnetoterapia.
En recidivas, pueden realizarse infiltraciones de corticoides y anestésicos locales, y en ultima instancia, recurrir a la cirugía.
En fase aguda, es recomendable el inicio del tratamiento con un vendaje funcional y descargas con fieltros de la zona afectada, para pasar posteriormente al soporte definitivo.
En futbolistas, donde esta patología es muy frecuente, pueden modificarse la distribución o longitud de los tacos de la bota, para evitar que las fuerzas reactivas del suelo sigan irritando la zona.
Fuente: Podología deportiva Ed: Masson