Abrasión o rozadura: Lesión en la que se produce una solución de continuidad de algunos estratos de la piel por el roce continuado (Calzados mal adaptados, costura de calcetines o medias…).
Herida: Solución de continuidad de todos los planos de la piel, dejando al descubierto estructuras subcutáneas. Incisas, punzantes, contusas, laceraciones y sus combinaciones (patadas, pisotones… en deportes de equipo).
Ampollas o flictenas: Pequeña acumulación de fluidos en las capas medias de la epidermis. Lesiones muy frecuentes en el pie del deportista (calzado inadecuado o nuevo).
Eccemas: Dermoepidermitis inflamatorias que pueden aparecer por multitud de motivos: Micótico, sobreinfectado, de contacto o alérgico y dishidrótico. Frecuente dado el elevado número de horas dedicadas a la práctica deportiva.
Contusiones: Lesión provocada por el golpe de un objeto sobre una zona del cuerpo, sin causar solución de continuidad en la piel, daña estructuras internas con carácter leve produciendo hematoma y/o equimosis. (Contusiones leves, medias y severas).
Quemaduras: En el deportista, podemos encontrar un tipo de quemadura especial, producida por fricción continuada con la indumentaria, instrumentos propios del deporte o fricción contra el terreno de juego en caídas. Provoca grandes molestias e impide la concentración del deportista ya que existe un componente de abrasión. Es importante utilizar la indumentaria adecuada para la realización de cada deporte.
Fuente: Podología deportiva Ed: Masson